KIEV, Ucrania.- Rusia y Ucrania llevaron a cabo un importante canje de prisioneros: 106 prisioneros de guerra rusos fueron liberados a cambio de 100 ucranianos, según informaron ambas partes.
En un mensaje de Telegram, el asesor presidencial ucraniano Andriy Yermak dijo que entre los ucranianos liberados había defensores de la ciudad de Mariúpol y de su planta siderúrgica Azovstal, capturados en los primeros meses de la guerra.
El Ministerio de Defensa ruso declaró que sus prisioneros habían sido liberados tras un proceso de negociaciones.
Rusia y Ucrania han realizado intercambios periódicos de prisioneros desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022, en un inusual ejemplo de contacto directo entre los enemigos.
Yermak, confirmó que entre los militares ucranianos liberados hay soldados del ejército, marineros, guardias de fronteras y miembros de la Guardia Nacional. Algunos de ellos fueron apresados en la acerería de Azovstal, en Mariúpol, capturada por Rusia en mayo del año pasado tras meses de asedio.
“Hemos conseguido llevar a cabo otro gran intercambio de prisioneros”, anunció Yermak, el jefe de la oficina presidencial ucraniana, en su cuenta de Telegram. “Haremos todo lo necesario para que cada uno de ellos reciba la ayuda necesaria”, añadió el alto funcionario ucraniano.
Algunos de los liberados están enfermos o heridos, explicó Yermak, que calificó este intercambio de prisioneros con Rusia de “difícil” y agradeció el trabajo del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la liberación de estos militares.
El jefe de la oficina de Zelenski tuvo palabras de reconocimiento para los familiares de los liberados. “La espera es siempre un proceso difícil y angustiante”, escribió Yermak.
También se supo que Rusia podría estar negociando un intercambio de espías, que incluiría a un matrimonio con pasaporte argentino, arrestado en Eslovenia hace cuatro meses. A fines de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Eslovenia convocó al embajador ruso para protestar por la presencia de dos “topos” en su país que integrarían el servicio de espionaje internacional del régimen de Vladimir Putin. La reacción rusa de querer recuperarlos confirma, a los ojos de Eslovenia que Ludwig Gisch y María Rosa Mayer Muños, ambos nacionalizados argentinos, son espías rusos.